Beneficios del ejercicio
Pequeñas rutinas aeróbicas diarias ayudan a cuidar la salud de nuestro cerebro.
La pérdida de la función cerebral que afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento se conoce como deterioro cognitivo.
Aunque el tipo más común es el Alzheimer, no todas las personas que presentan un deterioro cognitivo desarrollan esta enfermedad.
Cuando es leve, se presentan ligeros problemas de pensamiento y memoria que no interfieren con las actividades cotidianas y, con frecuencia, la persona que los presente es consciente de ellos. Otros síntomas abarcan:
· Dificultad para realizar más de una tarea a la vez o resolver problemas.
· Olvidar hechos o conversaciones recientes,
· Tardar más tiempo para llevar a cabo actividades más difíciles.
Asociado al propio envejecimiento o a la existencia de alguna patología, este deterioro puede evitarse. Al modo efectivo de hacerlo se dedicó la neurociencia descubriendo que el ejercicio físico regular, realizado a diario durante 20 o 30 minutos, es suficiente para disminuir el riesgo cerebrovascular, prevenir el deterioro cognitivo y contribuir al buen funcionamiento del cerebro en general.
La razón es simple: en nuestro cerebro hay vasos sanguíneos y el ejercicio previene el daño cerebrovascular de la misma manera que beneficia nuestro sistema circulatorio.
Además, caminar, andar en bicicleta o nadar, son actividades que ayudan a liberar sustancias buenas para las conexiones cerebrales-como la serotonina- y hormonas que generan estados de ánimo placenteros- endorfinas-.
Estas y otras medidas llevadas a la práctica a diario aseguran un cerebro sano y lucido a través de los años.